jueves, 24 de diciembre de 2009

LA CONSULTORÍA EMPRESARIAL EN LA NUEVA ECONOMÍA

Resumen

El mundo se encuentra en cambio constante, los cambios ocurren en todas las direcciones y a gran velocidad, esto ha afectado a la economía y por consiguiente a las empresas que tratan desesperadamente mantener su posición competitiva. Este nuevo escenario se dio mediante la aparición de nuevas condiciones como son la mayor cantidad de gente educada, las facilidades de viajar y las modernas tecnologías de la información.

Por todo esto, hoy se habla de una nueva economía, en la cual más personas trabajan con sus cerebros que con sus manos y en la cual la tecnología de las comunicaciones ha creado una competencia global, las empresas paraguayas que no salieron al mercado global fueron invadidas por la globalización y quiéranlo o no tienen que actuar en un mercado globalizado.

En este marco de cambios generalizados en el que “el futuro no es el que era antes” el rol de las empresas de consultoría empresarial ha cambiado radicalmente, de realizadores de estudios, proveedores de conocimiento y de autores de recomendaciones, y algunas se convierten en agentes de cambio y aliados estratégicos de sus clientes.

Fue en este rol que el Centro de Despachantes de Aduana y BCA – Benítez Codas & Asociados han trabajado conjuntamente para lograr una nueva estructura organizativa y administrativa, que permita al CDAP actuar en una nueva economía, con la efectividad que demandan sus asociados y sus clientes, así como la propia economía paraguaya.

Un mundo en cambio constante

En un mundo cambiante a alta velocidad y en muchas direcciones, las actividades económicas han sido afectadas dramáticamente. Los negocios que hasta la década del 70 se movían con una relativa lentitud y dentro de un escenario de competencias localizadas o regionales, enfrentan a partir de los 80 el fenómeno de la globalización que convierte todos los mercados en una arena en la cual compiten muchos actores nacionales, regionales e internacionales.

En este contexto los actores regionales tienen supremacías evidentes sobre los actores locales, limitados por sus recursos y su visión de los negocios, y también los actores internacionales o globales tienen una superioridad aplastante sobre los regionales y locales.

¿Cuales son los factores que están subyacentes a la globalización y que hacen posible esta situación?

En primer lugar, la reducción del crecimiento de los mercados del primer mundo ha obligado a las grandes empresas de esos países a aumentar su participación en los mercados a través de fusiones, incorporaciones y adquisiciones de otras empresas del mismo sector o de sectores complementarios. (Paradigma del crecimiento por el aumento del market share). Como ejemplo se tienen las fusiones de los grandes bancos, grandes farmacéuticas y aseguradoras, y las grandes empresas automovilísticas.

En segundo lugar, cuando su crecimiento en la participación en sus mercados directos o próximos se veía limitado, las grandes empresas han aplicado este mismo paradigma en otros continentes, lo que les ha llevado de Norte América y Europa al Asia, Oceanía y América Latina. En estos continentes han instalado sus filiales, adquirido empresas de actividades afines o comprado sus distribuidores locales.

¿Cómo es que fue posible este cambio radical?

Pero este fenómeno solo fue posible debido a:

a) Los avances tecnológicos ocurridos en los sistemas de comunicación, el aumento en cantidad y calidad de las redes de teléfonos digitales primero y luego la aparición, mejora y acceso de los sistemas electrónicos de envíos de datos que posibilitaron la comunicación instantánea entre matrices y filiales, entre proveedores y clientes, entre bancos y clientes, etc. posibilitando una relación fluida y dinámica nunca antes vista.

b) Las innovaciones tecnológicas aplicadas a los procesos de negocios, los sistemas integrados en función de bases de datos que permiten el manejo de toda la información de la empresa, de los mercados de clientes y de proveedores y de las entidades financieras, favoreciendo la formulación y ejecución de estrategias de manera conjunta y armónica.

c) La mejora de los sistemas de transporte, la navegación aérea, la navegación marítima y los transportes terrestres que innovaron en sus maneras de trabajar, de integrarse y crearon mecanismos de conexión y de gestión haciendo posible el desplazamiento mucho más rápido de los bienes entre proveedores, distribuidores y consumidores.

d) La caída de las barreras entre las naciones, barreras impuestas por bloques políticos, protecciones arancelarias y para arancelarias, tanto al movimiento de bienes como de capitales. La vigencia de la Organización Mundial del Comercio que evoluciona desde su primer modelo del GATT es un fenómeno impulsor de la globalización.

e) La aparición de los bloques económicos, en la forma de mercados comunes y de comunidades de naciones, que intensificaron el flujo de bienes, servicios y capitales.

f) La internacionalización de las poblaciones, ejecutivos, políticos, profesionales, estudiantes, empresarios y gente en general han viajado fuera de las fronteras de sus países, y no solamente a los países vecinos. Solo el movimiento de pasajeros entre las Américas, Europa y Asia se ha multiplicado varias veces en los últimos años. Esto sin contar con la intensidad de las corrientes inmigratorias de alto nivel profesional entre los países. Las instituciones de enseñanza de idiomas ha proliferado no solamente en América Latina donde mucha gente estudia ingles, francés o alemán, sino que también en los Estados Unidos y Europa donde la cantidad de personas que estudia idiomas extranjeros ha crecido de manera impresionante.

g) La mejora del nivel de educación, en todos los países ha aumentado significativamente el número de escuelas de administración de negocios a nivel de grado, maestrías y doctorados, y las prácticamente inexistentes especialidades de comercio internacional surgen actualmente con gran número de alumnos en todos los países. Los estudiantes de estas y otras carreras viajan a estudiar a otros países, y una profunda mejora se está llevando a cabo al nivel de la educación profesional. Si bien que en América Latina y el Caribe este fenómeno está bastante restringido a las elites económicas, la disponibilidad de becas ha hecho posible que jóvenes de menores recursos también accedan a estos beneficios.

La nueva economía

Estos factores son los que han creado lo que se reconoce hoy día como la nueva economía. Cuando hablamos de la nueva economía, estamos hablando de un mundo en el cual más personas trabajan con sus cerebros que con sus manos. Un mundo en el cual la tecnología de las comunicaciones crea una competencia global – no solamente para vender commodities o equipos tecnológicos, pero también para créditos bancarios y otros servicios que no pueden ser embalados y despachados. Un mundo en el cual la innovación es más importante que la producción en masa y en el cual los cambios rápidos son la única constante. Un mundo al menos tan diferente que el de la era industrial y de su era agrícola predecesora. Un mundo tan diferente cuya emergencia sólo puede ser descrita como una verdadera revolución cultural.

Todo esto produjo que en términos generales, y en apenas 15 años, el comercio se transformara del comercio local al comercio global, desde el momento en que se producen transacciones entre cualquier comerciante de cualquier lugar del mundo con cualquier proveedor de cualquier parte del mundo en lo que dio en llamar “B2B” o “business to business”.

Revisando la imagen de la cadena de negocios clásica, vigente hasta inicios de los años 80, tenemos una noción de plano limitado, y mirándola a inicios del siglo XXI la vemos como una imagen espacial, compuesta de redes que interconectan proveedores, prestadores de servicios y consumidores en regiones y que se interconectan entre sí en diversos puntos y de diversas formas.

Surgen para el comercio y los servicios conceptos nuevos como el “supply chain management”, el “franchising”, el “factoring”, y nuevas formas de marketing como el “marketing relacional” y de “merchandising”, transformando las maneras de atender las demandas y expectativas del consumidor.

La vinculación de servicios a los bienes durables transforma el comercio en una unidad mixta, no solo vende productos sino que también presta servicios, y por la cantidad y calidad de servicios que ofrece, mejora su posición en el mercado frente a otros competidores.

Las ventajas competitivas de las empresas, cada vez más se basa en el conocimiento del mercado de proveedores y de sus consumidores y en la prestación de servicios financieros y no financieros.

Hace no muchos años, la financiación de las ventas de productos era negocio de los bancos y financieras, hoy día es negocio del propio comercio. Hace no muchos años, también los servicios pos venta y la asistencia técnica eran un negocio de los prestadores de servicios aislados, hoy día hacen parte de la preocupación del comerciante.

El concepto de “supply chain management” o administración de la cadena de abastecimiento es un elemento fundamental para entender el mundo de los negocios en la nueva economía.

La eficiencia en la gestión de la cadena de abastecimiento se volvió un imperativo en una gran variedad de tipos de negocios. Las compañías ya no compiten entre sí sólo en el nivel de las actividades que desarrollan puertas adentro. Ahora la competencia se basa en proveer al cliente final el mejor producto o servicio y al más bajo costo, alterando el concepto de Porter de que las estrategias competitivas básicas no se deben combinar, no basta tener el menor costo, hay que tener mejor producto o servicio y ofrecer valor agregado superior al mismo.

La UNIÓN EUROPEA y el NAFTA, y posiblemente en el futuro el MERCOSUR y el ALCA,. se convierten en fuente de amenazas para los menos preparados y de oportunidades para los más competitivos, la expectativa generada por los desarrollos de las leyes de Maquila y de Zonas Francas Industriales creadas a inicios de los años 90, con sus luces y sombras, han sido superadas ampliamente en los países que las implementaron.

El impacto de la tecnología de la información (IT) articulando la informática con las telecomunicaciones (ICT), y el desarrollo de las nuevas tecnologías de comunicación electrónica en tiempo real han hecho posible la aparición de los conceptos como el “B2B” o negocio a negocio, y el “B2C” (business to consumer) negocio a consumidor, reduciendo la intermediación, el tiempo que llevan las transacciones y finalmente el costo de las operaciones comerciales.

El cambio de rol de la consultoría empresarial

En este marco de cambios generalizados en el que “el futuro no es el que era antes” el rol de las empresas de consultoría empresarial ha cambiado radicalmente, de realizadores de estudios, proveedores de conocimiento y de autores de recomendaciones, y algunas se convierten en agentes de cambio y aliados estratégicos de sus clientes.

Sus aportes incluyen la asistencia a sus clientes en la transformación de sus negocios, con una mayor participación en la implementación de sus propuestas, a través de procesos de “coaching” (agente orientador y estimulador) tanto a nivel estratégico como operativo, que tiene como misión fundamentalmente detectar y disolver aquellos obstáculos en el desempeño de los individuos y equipos a quienes asesoran.

Este involucramiento en la implementación de las medidas sugeridas acaba comprometiendo al consultor con los resultados del cliente, pero eso debe estar claramente definido y delimitado en el contrato entre las partes.

Y para poder realizar efectivamente a sus clientes, las empresas de consultoría han tenido que ampliar sus cuadros de profesionales, aumentando el espectro de los conocimientos y estimulando el trabajo en equipo, enfocando su personal a la creatividad y a la innovación, la introducción de las tecnologías de la información como elemento vital de aumento de la competitividad, en lo que constituye el proceso de generación y administración del conocimiento.

LA BIOLOGÍA DE LOS NEGOCIOS

En un artículo publicado hace algunos años, por la revista Business Week, se comentaba el libro “The Living Company” escrito por el Sr. Arie de Geus ejecutivo por más de 40 años del grupo Royal Dutch/Shell.

En este libro, que es resultado de una larga investigación sobre las historias de grandes empresas, de Geus considera que hay dos tipos de empresas, las “empresas económicas” y las “empresas vivas”. Las primeras son dirigidas como máquinas lucrativas y las segundas son dirigidas con el fin de sobrevivir y perpetuarse como comunidades permanentes. Para explicar la diferencia de Geus recurre a la teoría de la evolución, la ecología, la psicología cognitiva, estudios de comportamiento animal y hasta a la inmunología. Dice de Geus que las “empresas vivas” mejoran sus chances de sobrevivencia aprendiendo y adaptándose a sus entornos más rápidamente que las “empresas económicas”.

Evidentemente que si alguien publica un libro de este tipo, está pensando en que el conocimiento que se presenta es novedoso y útil para un público determinado, en este caso el libro está orientado a los empresarios y ejecutivos de grandes corporaciones que se encuentran en un mundo que día a día les presenta desafíos para el crecimiento y la sobrevivencia de sus empresas.

Lo que llama la atención es que las descubiertas del autor del libro ignoran que ya en 1951, el biólogo austríaco Von Bertalanffi presentó la teoría de los sistemas vivos, que se basa en que las organizaciones compuestas por personas son sistemas equivalentes a seres vivos, con algunas diferencias, siendo una característica fundamental que los sistemas vivos adquieren sus energías del medio y al mismo medio deben el propósito de su existencia, por lo que al dejar de cumplir su propósito se deterioran y pueden perder la capacidad que tienen de sobrevivir utilizando la capacidad de escapar a los ciclos biológicos de “nacimiento - crecimiento - maturación - decadencia - muerte” propios de los seres vivos normales.

Lo que tiene valor en este libro, es la comprobación de la falencia del principio capitalista de que el único objetivo de la empresa es el lucro. Comprobación ésta hecha por medio de una investigación muy al estilo anglo sajón, cuando declara por ejemplo que la vida normal de una multinacional es de 40 a 50 años, basado en que de las 500 mayores empresas listadas por Fortune de 1970, para 1993 habían desaparecido un tercio de ellas, sea por quiebra, compra por terceros, fusiones o desmembramiento.

Analizando las excepciones de Stora, empresa sueca creada 700 años atrás y de Sumitomo fundada en 1590, constata que ambas empresas sobrevivieron adaptándose a los cambios que ocurrieron en su entorno y modificando sus maneras de operar y hasta su tipo de negocios. El autor del libro, llega a afirmar que las “empresas vivas” estrechan lazos con las comunidades con las cuales se relacionan a tal punto que pueden establecer una especie de inmunización, que les permite combatir las enfermedades e infecciones que ocurren a todas las empresas.

El contenido del libro confirma una vez más que la manera de actuar de las empresas no puede estar disociado de las comunidades de las que se sirven ni de las comunidades a las que sirven, y que su fortaleza fundamental reside en la capacidad de identificar los riesgos que les vana afectar debido a los cambios futuros del entorno.

Recientemente también Russell Ackoff, uno de los precursores del Planeamiento Estratégico, explicó que había abandonado esta disciplina debido a que las empresas habían dejado de utilizarla como un instrumento prospectivo del futuro que utiliza mucho el conocimiento humano con ayuda de las matemáticas para utilizar intensivamente las matemáticas y los computadores. Ackoff dijo que si no se veían las organizaciones como unidades de personas capaces de visualizar el entorno y crear una realidad compatible con las necesidades y deseos de la sociedad, estas organizaciones corrían el serio riesgo de desaparecer.

Recientemente la Comunidad Mundial Bahá'í expresó sobre los modelos de desarrollo económico en voga que: “Hasta que las necesidades tanto materiales como espirituales y las aspiraciones de las personas no reciban su debido reconocimiento, los esfuerzos por el desarrollo continuarán viéndose frustrados en su mayor parte. La felicidad, la seguridad y bienestar, la cohesión social y la justicia económica no son meros subproductos de los logros materiales. Antes bien, éstos surgen de la interacción entre las satisfacción de las necesidades materiales y sociales y la realización espiritual de la persona.”

Como las naciones son organizaciones humanas más complejas aún que las empresas, podemos transferir este concepto bahá’í a las empresas y constatar que las llamadas empresas sociales son en realidad organizaciones que tienen valores espirituales tal vez expresados bajo la forma de preocupaciones sociales pero espirituales al fin y al cabo.

El por que no se expresan los valores espirituales tal vez sea por que hasta hace muy poco tiempo parecía “no estar de moda” o “no quedaba bien” hablar de temas espirituales, nuestro materialismo era una coraza frente al mundo. Entendemos que es la hora de dejar de lado esa hipocresía, y enfrentar la realidad expresándonos claramente y reafirmando que la creencia en Dios y los principios religiosos fundamentales son esenciales para el desarrollo de la humanidad en todos sus aspectos.

El empresario PyME y la imagen de un buen capitán

Recientemente me cupo conversar con mis colaboradores sobre la personalidad de un empresario, cliente nuestro de consultoría. Les costaba comprender sus actitudes y la lentitud de sus decisiones, que para ellos eran tan evidentemente necesarias y urgentes. Además, manifestaban su incomprensión ante la resistencia que ponía en involucrar a sus subordinados en el proceso de toma de decisión.

Recordé entonces trechos de una novela policial[1] que había leído recientemente, en la cual Pitt, un investigador de policía, intenta conocer la personalidad de su superior el jefe de policía Conrwallis, para ayudarlo en una situación de chantaje que éste enfrentaba. Pitt, recurre al testimonio de algunos de los antiguos subordinados del jefe, que había sido capitán de un navío de guerra antes de convertirse en jefe de policía.

Me vinieron a la memoria recuerdos de varios empresarios PyMEs con los cuales tuve el privilegio de trabajar y de otros que pude conocer en mi vida de consultor y llegué a la conclusión que combinando un trecho del libro con estas experiencias podría extraer algunas ideas sobre las características que tienen y deberían tener los empresarios PyMEs exitosos.

Las manifestaciones del teniente Durand, que había servido durante algún tiempo con el capitán en alta mar, revelaron algunos aspectos de la personalidad, pero sobre todo las características de un buen capitán en la visión de este oficial.

Durand hace sus manifestaciones inicialmente con un enfoque neutro, pero luego decide abordar el tema con base en su lealtad al ex capitán y revela lo siguiente:

“Me imagino que querrá saber si era meticuloso, por ejemplo. Sí, en extremo. ¿Sabía leer las cartas de navegación, calcular la posición del barco e interpretar el tiempo? Sí, las tres cosas. ¿Era previsor y hacía planes con antelación? Como el que más. De vez en cuando cometía algún error. En esos casos, ¿Sabía pensar con rapidez, adaptarse y salir del paso? Siempre, aunque a veces con más éxito que otras. No se libró de sufrir algunas pérdidas.”

Me hice las siguientes preguntas y traté de responderlas:

¿Qué son las cartas de navegación para un empresario? ¿Qué significa para el empresario calcular la posición del barco? ¿En qué consiste interpretar el tiempo? .

Las cartas de navegación serían las reglas del negocio en que su empresa está inserta, las condicionantes de su actuación, el marco legal, las normas fiscales y el marco competitivo por ejemplo. Calcular la posición del barco significaría entender la posición de la empresa en relación con las fuerzas competitivas del mercado como sería la competencia actual que enfrenta y el cómo las está enfrentando y los recursos con que cuenta. Interpretar el tiempo puede ser vislumbrar lo que se avecina, la futura competencia, los nuevos ingresantes al mercado, los cambios de las reglas del mercado y las posibles amenazas y oportunidades que aparecen en el horizonte. Ser previsor y hacer planes con antelación no necesita interpretación. También debe saber enfrentar las pérdidas sin amilanarse y volver a intentar hasta lograr lo que desea.

En general he observado que los empresarios PyMEs, son buenos capitanes en las tormentas, pero cuando la falta de viento aplana las velas y el mar se torna calmo se sumen en un estado de torpor sin tomar las medidas necesarias para enfrentar las próximas tormentas que seguramente vendrán.

Posteriormente Durand manifiesta:

“¿Era buen jefe? – dijo - ¿Le importaban sus hombres? ¿Los conocía individualmente? - Se encogió ligeramente de hombros-. No, nunca dio esa impresión; ellos, en todo caso, no lo creían así. ¿Gozaba del aprecio de sus oficiales? Apenas lo conocían. Era un hombre introvertido, celoso de su intimidad. Tenía la dignidad del capitán, pero también el aislamiento de un hombre frío. No es lo mismo. – Hablaba observando el rostro de Pitt y vigilando sus reacciones -. ¿Poseía el don de comunicar a la tripulación su fe en ella y en la misión asignada al barco? – Continuó -. No. No tenía sentido del humor, campechanía y humanidad. Su extraordinario coraje y previsión se compensaban con una vulnerabilidad absoluta a las penas y desgracias propias de la gente normal.- su voz se endureció -. Cornwallis carecía de ella. La tripulación respetaba sus dotes de marino, pero no le tenía afecto.- Respiró-. Y para ser buen capitán hay que inspirarla. Es lo que alienta a los hombres a ir más allá de su deber, a trascender lo que se espera de ellos, a ser audaces, sacrificarse y conseguir lo que estaría fuera del alcance de una tripulación de menor entidad, aunque el barco fuera el mismo.”

Buenos empresarios PyMEs saben inspirar a sus colaboradores y si lo saben hacer pueden alentarlos a ser audaces, sacrificarse y conseguir lo que estaría fuera del alcance de una empresa de sus características. El aislamiento en que tratan de mantenerse de sus colaboradores no es recomendable, dejan de conocer lo que éstos piensan y sienten y no pueden transmitir sus sueños y expectativas. Este aislamiento creo que es generado por el hecho que debido a las estrecheces de recursos con que se manejan, sus colaboradores no pueden tener el nivel de formación necesaria para acompañar sus ideas y no se atreven a contratar colaboradores de mejor nivel pensando en el costo fijo elevado que representarían, sin pensar en el aumento de la productividad y competitividad que éstos podrían representar. Además, el nivel social del emprendedor suele ser superior al de sus colaboradores y éste hecho naturalmente los lleva a no considerarlos adecuados para compartir sus ideas y conocimientos.

Casi todos los emprendedores son autodidactas y llegaron a la posición en que están debido a sus propios esfuerzos en una lucha solitaria, a veces compartida solamente con su familia próxima y algún amigo íntimo. Se consideran vencedores solitarios, incomprendidos y a quiénes nadie ha ayudado, especialmente el gobierno, sin darse cuenta que justamente sus dificultades se debieron a no tratar de aliarse a otros.

En otra parte del libro, un médico que había servido a las órdenes de Cornwallis se refiere al poder del capitán y el necesario aislamiento que le impone ese poder. El médico dice: “Si nunca ha estado en alta mar es probable que ignore el poder que concentra el capitán, y el necesario aislamiento que impone ese poder. Para ser buen capitán hay que mantener cierta distancia con la tripulación, incluso el resto de los oficiales. El concepto de tripulación se basa en una jerarquía muy estricta. Si hay demasiado familiaridad los hombres pierden el respeto al capitán. Debe parecerles un poco sobrehumano, próximo a la infalibilidad. Si perciben su lado vulnerable, sus dudas, flaquezas o miedos perderá parte de su poder.”

La contradicción entre la visión de ambos hombres se explica en el sentido que el teniente Durand pretendía que el capitán fuese un líder y el médico que fuese un comandante.

Una empresa no es un navío de guerra, es un grupo humano que se reúne inicialmente en función de una relación de dependencia económica, un trabajo por el cual es remunerado y en el cual hay alguien que manda y todos obedecen, no importando sus propias ideas. Pero si permanece en esa situación el empresario no logrará un desempeño superior, los empresarios que he visto triunfar han sabido ejercer un liderazgo basado en la visión y misión compartida con sus colaboradores, y no el ejercicio del poder instilando infalibilidad y dominio absoluto de la situación.

Lo segundo no significa que deba dejar de conocer las reglas de navegación y la posición del barco o interpretar el tiempo, por el contrario debe combinar ambas condiciones para poder volver su empresa más competitiva en un mercado cambiante y difícil, con los recursos que dispone. Finalmente, creo que el empresario exitoso debe elegir sus colaboradores con base en valores compartidos. La cultura del grupo humano de una empresa debe basarse en los mismos valores y creencias, sin esta condición será muy difícil que se logre una cohesión en pos de sus objetivos.



[1] La amenaza de Bedford Square, Anne Perry, DeBolsillo, Plaza y Janés Editores, Página 82

FUNCIONES Y ROLES DE LA ALTA GERENCIA

Los trabajos de los altos gerentes no tienen fin, los gerentes se siente impelidos a enfrentar una gran carga de trabajo a un ritmo intenso, tienen poco tiempo libre. Los descansos son raros. Escapar del trabajo fuera del horario normal es física y mentalmente difícil.

El trabajo es fragmentado, lleno de brevedades y de una variada falta de patrón. Los gerentes confrontan la ley de muchos asuntos triviales y pocos importantes (ley del 80/20). Los comportamientos deben cambiar rápida y frecuentemente, son muy comunes las interrupciones.

Los gerentes parecer preferir esto y se condicionan a la carga de trabajo. Los costos de oportunidad de tiempo (urgencias) son muy sentidos y la superficialidad en las relaciones un riesgo.

Hay una actividad trampa – los gerentes tienden a realizar actividades específicas, bien definidas y no rutinarias. Lo imprevisto es la rutina.

Procesar la correspondencia causa dolor, las cartas “no activas” reciben poca atención. Se prefiere la información inmediata (conversaciones, especulaciones), no los informes de rutina. El uso del tiempo refleja presiones inmediatas antes que el futuro o asuntos más amplios. Apagar incendios es una práctica frecuente. La acción directa retira al gerente del pensamiento y la planificación.

Los contactos verbales y las noticias son preferidas a los informes. Las comunicaciones escritas reciben tratamiento aleatorio, pero deben ser procesadas regularmente. Menos sale que lo que entra. Se mueven lentamente. Hay largos periodos para la realimentación. Las líneas de comunicación con el exterior no se mantienen abiertas ni continuas.

Medios informales (teléfono y reuniones no planificadas) son utilizados para contactos breves si la gente se conoce bien y cuando se necesita rápido intercambio de información.

Las reuniones programadas acaban con el tiempo gerencial – largas y formales, grandes grupos y muchas veces fuera de la organización. Las agendas cubren ceremonias, elaboración de estrategias y negociaciones. Conversaciones y reuniones rápidas contribuyen significativamente al flujo de informaciones.

Los gerentes raramente recorren su organización, ampliando su visibilidad y entendiendo la realidad del trabajo diario, la producción o los servicios, los patrones y los problemas.

Gerentes actúan como gerentes de fronteras, vinculando su organización con otras. Los contactos externos pueden consumir de 30 a 50% del tiempo de los gerentes. Las relaciones no lineales también son importantes.

La relación lineal (con sus subordinados, consume del 30 al 50% del tiempo de contacto, lidiando con pedidos, intercambios de informaciones y trazando estrategias. El acceso abierto a sus subordinados, sobrepasa los canales formales. Sin embargo un subordinado pasa tiempos relativamente cortos con su propio superior (10%).

Esta compleja combinación de constataciones indica a Mintzberg que los gerentes controlan poco de lo que hacen. El auto control sobre sus compromisos iniciales los habilitan a destrabar las actividades trampa y a orientarse para extraer información y ejercer el liderazgo.

Mintzberg agrupa las actividades gerenciales y sus roles comprendiendo:

Actividades Gerenciales

Roles asociados

Relaciones interpersonales – derivadas de la autoridad formal y su status y apoyando las actividades de información y de decisión.

Representante

Líder

Contacto

Procesamiento de la información

Monitor

Diseminador

Portavoz

Tomador de decisiones importantes

Impulsor y agente de cambio

Solucionador de perturbaciones

Asignador de recursos

Negociador

Si tomamos en cuenta que Mintzberg describió esta situación en 1973, cuando la velocidad de los cambios y la complejidad de las organizaciones eran mucho menor que en los años 2000, podemos entender el drama y el dilema de la gerencia en nuestro mundo actual.

¿Cuál sería la ayuda que se podría prestar a los altos gerentes para enfrentar estas cuestiones y asuntos tan complejos y peligrosos para el efectivo cumplimiento de sus funciones?

Algunas de las soluciones que se han demostrado efectivas son el trabajo en equipo, llevando próximo a sí a sus subordinados próximos y compartiendo con ellos los desafíos y creando con ellos las soluciones a los problemas y la creación de grupos de trabajo puntuales y temporarios para recabar información, analizarlas y proponer alternativas de solución.

Pero por sobre todo parece una solución efectiva e inmediata dotar a las líneas jerárquicas de autonomía y responsabilidad para resolver los problemas que se generan a su nivel, de manera que solamente suban en la escala jerárquica los problemas cuya decisión escapa a cada nivel.

CALIDAD Y COMPETITIVIDAD CON SISTEMAS DE CALIDAD CON BASE EN LA ISO 9000

Uno de los temas más frecuentes de discusión entre empresarios, consultores y autoridades paraguayas y latinoamericanas, en general, es el de la competitividad de las empresas. Diversas recomendaciones se han recibido de los expertos internacionales y nacionales, muchas empresas han tratado de seguirlas con grado variable de éxito. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, la carencia de datos fehacientes para realizar comparaciones ha dificultado la definición de cuál sería la manera más apropiada de lograr la tan deseada competitividad.

En los últimos diez años, no obstante, la estrecha relación entre competitividad y calidad ha parecido quedar establecida, pero los estudios e investigaciones no arrojan observaciones conclusivas sobre en cuales condiciones esta relación es mutuamente provechosa de manera a trazar estrategias concretas para el aumento de la competitividad. Lo que si es evidente es que solamente una mejora de la calidad de la producción de la empresa, sea el sistema de gestión de la calidad que se adopte, no significa necesariamente una mejora de la competitividad.

Con el objetivo de investigar y comprobar esa relación es necesario analizar ambos conceptos y verificar algunas referencias internacionales para ver si ésta es válida y definir la manera de diseñar una estrategia para su aplicación en las empresas paraguayas.

Competitividad.

El concepto de competitividad, desde el punto de vista microeconómico[1], se basa en que la estrategia de la empresa se dirige a obtener resultados que se expresan en sus ventas, lo que determina su participación en él o los mercados en que participa. Cuando la tendencia de participación se estabiliza a mediano plazo, se puede considerar que la empresa es competitiva en relación tanto con otras empresas como con los potenciales nuevos participantes del mercado y aquellas de bienes o servicios substitutos.

Desde la década de 1980, Porter[2] influenció el pensamiento de toda una generación de consultores, académicos y empresarios. Los conceptos de las cinco fuerzas del mercado (competencia actual, nuevos ingresos, productos substitutivos, poder económico de los clientes y poder económico de los proveedores) y el de las tres estrategias competitivas básicas (liderazgo general en costos, diferenciación y enfoque o alta segmentación) fueron ampliamente utilizados por los que elaboraron las estrategias empresariales desde ese entonces.

El esquema original de las cinco fuerzas, fue incrementado con un reagrupamiento e introducción de cinco más. a mediados de los años 90, por la escuela europea del pensamiento empresarial que introdujo aspectos del entorno antes simplificados o ignorados por Porter. Para la escuela europea las fuerzas, además de la Competencia actual, se clasifican en dos grupos: La Competencia Potencial (amenazas competitivas) la que abarca nuevos competidores (empresas nuevas y competidores internacionales) y Los Nuevos productos (competencia de otros sectores y productos sustitutivos), y por otro lado, un concepto nuevo el Poder Negociador de los Agentes Frontera comprendiendo: el poder económico de los proveedores, el poder económico de los clientes, el poder económico de los propietarios, los poderes públicos y el poder de los actores sociales.

Esta nueva configuración de las fuerzas competitivas indicó la necesidad de crear y aplicar estrategias más amplias y complejas que anteriormente, el poder e influencia de los Agentes Frontera es tan serio cuanto la amenaza representada por los competidores actuales y la competencia potencial.

Satisfacer las exigencias de los propietarios, del poder público y de la sociedad puede ser tan arduo como disputar en los mercados con desconocidos inesperados. Este conjunto de fuerzas constituye un complejo problema a resolver con estrategias flexibles y no apenas con la introducción de nuevos productos apoyados con intensa actividad de marketing y una sólida gestión financiera.

HASTA AQUÍ EL DIA 3 DE ABRIL

Calidad:

En lo expresado en la microeconomía y en los escritos originales de Porter, no hay referencia directa a la calidad de los productos o servicios de las empresas, pero la elevada calidad de la gestión, y no solamente de procesos, aparece como inherente a una empresa competitiva. Es en este momento histórico de inicio del nuevo milenio, a nuestro modo de ver, que crece y se generaliza la convicción de que la calidad debe ser extendida a toda la empresa y no solamente a los procesos productivos y es cuando aparece con mayor fuerza que nunca la familia de Normas ISO 9000:2000 que en adelante llamaremos simplificadamente de ISO 9000:2000.

Las ISO 9000:2000, constituyen una evolución de versiones anteriores de normas de calidad, que pretendían diseñar e implementar sistemas de aseguramiento de la calidad en los procesos críticos de las empresas y así lograr productos o servicios de alta calidad. En la versión actual, la ISO 9000:2000 constituye normas de calidad que cubren todos los aspectos de la gestión empresarial.

Es importante destacar que la implementación de sistemas de calidad, como los basados en la ISO 9000, son de por si una innovación en la mayor parte de las empresas PyMEs latinoamericanas en general y en las paraguayas en particular, debido a la generalizada falta de este concepto en la gestión empresarial.

Al analizar detenidamente el contenido de la ISO 9001:2000 podemos observar que sus delineamientos permiten cubrir el análisis de las diez fuerzas competitivas, y pueden permitir enfrentar a la competencia actual y potencial por un lado con base en la innovación de la gestión, mejor calidad de los productos y servicios y menores costos y principalmente enfocando la satisfacción del cliente, y por otro lado otorga a los Agentes Frontera una visión tranquilizadora sobre la gestión de la empresa por estar certificada por un organismo internacional independiente. De esta manera se puede considerar que la ISO 9000:2000 definitivamente es un poderoso instrumento para lograr la competitividad.

Algunas investigaciones realizadas

En 1999 El Fondo Multilateral de Inversiones - FOMIN del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, realizó con la ayuda de la UNIDO en Washington D.D., una serie de paneles y conferencias[3] enfocando como aumentar la competitividad de las empresas de Latinoamérica y el Caribe a través de sistemas de gestión de la calidad con base en la ISO 9000. Participaron de este evento 240 participantes de 29 países diferentes y los expositores fueron tanto originarios del primer mundo como de Latinoamérica y el Caribe. Sin embargo de las conclusiones publicadas no se concluye que exista una relación directa entre calidad por la ISO 9000 y la competitividad de las empresas. Sin embargo el FOMIN consideró que los resultados proporcionaron un marco operativo que permitiría el acceso a la asistencia del FOMIN y del BID. Uno de los documentos presentados en este evento[4] abordan el tema dando por sentado que la relación entre sistemas de gestión de calidad y competitividad es un hecho, y proponen las formas de intervención del FOMIN y del BID para impulsar la implementación de sistemas de calidad en Latinoamérica y el Caribe, pero no aportan información suficientemente sólida que la justifique.

La CEPAL[5], también en 1999, publica un trabajo para demostrar la importancia de la calidad, en el contexto de las estrategias nacionales de incremento de la productividad y la competitividad por medio del fomento y la facilitación de la difusión de técnicas de gestión de la calidad. Este enfoque se basa en las conclusiones de que la filosofía de la gestión integral de la calidad y las técnicas conexas han contribuido a mejorar la competitividad de las empresas al elevar la calidad de los productos y servicios y abaratar costos. Así mismo enfatizan que estos sistemas mejoran el funcionamiento de las empresas y proporcionan un marco base para la adopción de otras prácticas de gestión de la calidad, por lo que – concluye – la adopción de las normas ISO 9000 se relaciona con la competitividad de las empresas.

A nivel macro, este estudio presenta una relación entre el índice de competitividad de países y la extensión del empleo de principios de Total Quality Management[6].También se expone que el desempeño competitivo de las empresas en mercados globales de consumo está determinado por su capacidad de manejar simultánea y adecuadamente los factores competitivos de precio, calidad, tiempo de entrega, flexibilidad e innovación, o sea que la competitividad al nivel de la empresa sería básicamente el resultado de la aplicación del concepto de mejora continua hasta parámetros determinados por los factores competitivos que enfrenta la empresa.

En este punto el estudio reafirma que los conceptos de satisfacción del cliente y la mejora continua son las bases para las siguientes estrategias: a) definición de las “core competencies” y la maximización de la productividad del capital y de la mano de obra (eficiencia), b) apuntar a defecto cero en las actividades organizacionales en general (calidad), c) optimización de los tiempos operativos (plazos de entrega), d) control y organización de los inputs y outputs de la producción de manera a enfrentar las fluctuaciones de las demandas del mercado (flexibilidad), y e) la organización y el control del diseño y el desarrollo de productos y servicios de manera a anticipar y responder en tiempo hábil las cambiantes condiciones del mercado (innovación).

Finalmente queda así establecida la base por la cual los sistemas de gestión de la calidad especialmente laos que se basan en la Norma ISO 9000:2000 que enfoca fundamentalmente la satisfacción del cliente y la mejora continua, que son los factores determinantes para la mejora de la competitividad de las empresas.

Dos estudios diferentes llevados a cabo en España[7] y en los Estados Unidos[8] arrojan resultados que refuerzan lo expresado en el citado estudio de la CEPAL. El estudio español en sus conclusiones expresa que la certificación del sistema de gestión de la calidad con base en la Norma ISO 9000 es una de las estrategias más frecuentemente seguidas por las empresas investigadas respecto a la calidad. Debido al hecho que constituyen una herramienta de gestión fuente de ventajas competitivas. Por su lado el estudio de los Estados Unidos enfoca a verificar si es rentable la certificación, en el sentido de ver si la competitividad de las empresas ha sido rentable. Las conclusiones a que arriba dicha investigación indica que las empresas experimentan un rendimiento significativamente mejor después de obtener la certificación ISO 9000 que empresas que no lo hicieron. Esto indica que las empresa que lograron la certificación han realizado cambios que directa o indirectamente producen mejoras en el ratio ROA - Retorno sobre Activos - gracias a un mejor control de costos y a un incremento de las ventas.

Recientemente una empresa certificadora de gran prestigio mundial[9] contrató una encuesta independiente entre 400 empresas del Reino Unido que habían obtenido la certificación con base en la anterior versión de las Normas ISO 9000 y se mantenían certificadas en ese momento. Los resultados más interesantes de esta encuesta se resumen de la siguiente manera:

Beneficios internos:

1. Eficiencia: han logrado mayor eficiencia y productividad (69%), menos desperdicios (12 %), menores pérdidas (53%) y menores costos (40%)

2. Disciplina interna: mayor disciplina y orden general (14 %)

3. Motivación y conciencia del personal: mayor motivación y más retención de personal (50%), mayor conciencia sobre calidad y la necesidad de mayor calidad (4 %)

4. Objetividad: apreciación externa objetiva ayuda a mantener y mejorar el sistema (67 %)

5. Gestión: mejor control gerencial, planificación y organización (86 %)

Beneficios externos:

1. Mantenimiento de posición: Pudieron mantenerse en el negocio y no ser excluidos en licitaciones importantes (69 %) y ha ayudado la penetración en mercados internacionales (31%)

2. Mercado: aumentaron y mejoraron su participación (49 %)

3. Marketing: mejoraron las relaciones públicas, publicidad, marketing (63 %)

4. Satisfacción: lograron aumentar la satisfacción del cliente (9 %) y reducido las inspecciones de los clientes (42%)

Conclusión provisoria

Del análisis de los resultados de estas investigaciones se confirmaría que la implementación de las ISO 9000:2000 ha contribuido al aumento de la competitividad de las empresas investigadas.

Sin embargo todo indica que existen varias condicionantes para este éxito, por lo tanto el asunto debería ser objeto de investigaciones más profundas en ese sentido.



[1] “Hacia una agenda nacional del paraguay para la competitividad, elementos de diagnóstico y propuestas de política pública”, Víctor M. Godínez, Programa de cooperación técnica del B. I. D. ATN/SF – 5888 – PR, Agosto 30, 2001.

[2] Estrategia Competitiva”, Michael Porter, Editora Fronteira, Rio de Janeiro, 1990

[3] “Enabling Enterprise Competitiveness in Latin America and the caribbean through ISO Management Systems Standards”, Washington D.C., Noviembre 18 y 19, 1999.

[4] “Facilitando la competitividad empresarial en América Latina y el Caribe mediante las normas ISO del sistema de gestión” Wilson S y Maizza-Netto O.

[5] “Quality Management and Competitiveness, The diffusion of the ISO 9000 standards in Latin America and Recommendations for Goernment Strategies”, Revista Desarrollo Productivo N° 41, Hessel Schuurman.

[6] Institute for Management Development, The World Competitiveness Report, 1995, World Economic Forum, Lausanne.

[7] “La empresa española y su opinión sobre el ISO 9000. Análisis de los resultados de un estudio empírico”. CARMEN ESCANCIANO GARCÍA-MIRANDA, Departamento de Administración de Empresas y Contabilidad, Universidad de Oviedo. ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 341 - 2001

[8]La certificación ISO 9000, ¿es rentable?”. POR CHARLES J. CORBETT, MARÍA J. MONTES, DAVID A. KIRSCH Y MARÍA JOSÉ ÁLVAREZ-GIL, ISO Management Systems – Julio-Agosto 2002.

[9] Lloyd´s Register Quality Assurance